lunes, 21 de diciembre de 2009

Un largo letargo y un anhelado despertar...


A punto de que la Navidad entre por la ventana y se nos cuele en el día a día. A punto de hacer la maleta y pasar largas horas conversando al calor de la chimenea. A punto también de que un año viejo se convierta en polvo y el 2010 con sus promesas de cambio llegue a mi vida, a esa vida que he tenido que resetear y que afronta el año nuevo con un montón de planes y un gran proyecto en el horizonte…


Ayer por la noche decidí que no voy a hacer balance del 2009. ¿Por qué? Porque no creo que valga la pena. No porque no haya vivido momentos dorados durante estos meses, sino porque mi vida anterior a partir del 1 de enero del 2010 no existirá. No importa lo que ha sucedido con anterioridad. Quiero empezar de cero, y empezar de cero significa volver lo mínimo indispensable al pasado. Al tiempo, me he dado cuenta de que estos dos últimos años si han tenido un sentido. Me explico: llevo tiempo pensando que el 2008 y el 2009 apenas han traído nada a mi vida y han pasado sin pena ni gloria por delante de mi casa. He vivido muy hacia adentro, apenas he cultivado mi vida social, y los días eran más que rutinarios, no había mucho más que el trabajo, las escapadas viajeras y un sueño que perdía por momentos su sentido. Apenas escribía, apenas vivía, apenas sentía, apenas nada…


Estos días, leyendo un libro mágico “Los cuentos del destino” de Jimena Fernandez Pinto, he comprendido que este era un letargo necesario. No estaba parada, sólo me había quedado dormida, descansando, pero, aunque fuera no sucediera nada, dentro estaban sucediendo muchas cosas: me estaba preparando para lo que vendría después, para lo que está sucediendo ahora. Estaba haciendo acopio de fuerzas, aceptando mi parte sombría y mi destino en silencio, comprendiendo los pequeños misterios que habitan en mi vida. Un poco como la sacerdotisa en el tarot, estaba cultivando mi intuición, aprendiendo a armonizarme con aquello que me toca vivir y aceptarlo sin rebelarme, afinando el oído para escuchar mi voz interior…


Ahora me estoy desperezando. Creo que este período me devuelve una yo más auténtica, más sincera consigo misma y más integrada. Creo que este sueño reparador me ha dado una fuerza inmensa para acometer el gran reto que se me presenta y sobre todo el valor que me faltaba para tratar de transformar mis sueños en pequeñas realidades…

Ah! Por cierto, feliz Yule o feliz Navidad para todos. Al fin y al cabo es exactamente lo mismo…

jueves, 10 de diciembre de 2009

En el limbo...


Bastante tiempo sin pasarme por el faro… Lo sé, pero es complicado escribir cuando estás en tierra de nadie, cuando te encuentras en el lugar más cercano al limbo que conozco. Y me explico, porque más que un lugar físico es una sensación. Mi vida de antes no está, se fue, desapareció. Mi vida futura es todavía un esquema en un papel cuadriculado, y, aunque intento dar pasitos, hasta hoy no he sido capaz de avanzar nada. Asi que mi “pseudovida” transcurre entre carreras a este o este otro organismo para arreglar papeleo, entre las páginas del último libro que compré en Firenze y algún café siempre pendiente del reloj. Firenze… hace exactamente un mes estaba allí, recorriendo sus calles, y ahora de nuevo, todo parece lejano. Aunque esta vez la melancolía no me puede, porque si la Vida lo permite pronto estaré allí…esta vez sin billete de regreso…


Quiero estar allí: quiero de nuevo sentir que la Piazza della Signoria es sólo mia una noche de lluvia. Quiero volver a cruzar el Ponte Vecchio descalza y sentir toda la magia, toda la historia de la ciudad en mis pies o saltar charcos en la Santa Croce una tarde de domingo. Quiero perderme esperando en el Piazzale, con el sol dándome en la espalda y escuchando la música de Mozart que alguien saca de una guitarra eléctrica. Quiero volver a Arezzo y escuchar de nuevo el “Buongiorno, principessa”, y perderme en San Gimignano buscando la casa de Dios sabe quien, mientras fantaseo con retirarme allí un año entero para escribir una gran historia de amor con tintes paganos. Quiero volver a coger cada día el tren de las 19.08 de Santa Maria Novella a Prato Centrale, y jugar a imaginar qué historias guarda cada uno de mis compañeros de vagón. Quiero volver a Santa Margherita dei Cerchi para dejar a Beatrice la carta que aún no he escrito. Quiero regresar a la ciudad que me quitó la vida y me la regaló de nuevo, preguntándome, abiertamente y sin dejar de mirarme a los ojos, si aún me quedan ganas de ser feliz, fuerza para hacer aquello que siempre he soñado y valor para atreverme a intentarlo…

martes, 24 de noviembre de 2009

Cerrando círculos...


Una etapa que se acaba. Otra por empezar. Un círculo que se cierra. Otro que hay que empezar a dibujar. El viernes pasado, al cerrar por última vez la verja de la oficina, demasiadas emociones. Casi cinco años de mi vida resumidos en mil cafés con galletas de canela, en confidencias, en risas y algún llanto, en muchos momentos muy buenos y alguno que otro no tanto. Después el vacío, lágrimas, un kilo de lacasitos de regalo (para que vea la vida de mil colores), demasiados "te echaremos de menos", "ha sido un placer trabajar contigo"... Todavía estoy aterrizando. Todavía se me hace raro no levantarme a la hora de siempre y correr para fichar a las diez en punto. Acabo de tomarme un café en casa porque echaba de menos esos diez minutos de parón y de ponerme al día con Ana. Echaré de menos no verla todos los días: más que mi compi, mi amiga, mi confidente, mi hermana mayor...




Ahora toca un tiempo de relax. Dedicarme a mi misma un mes y poco, para con el nuevo año, empezar una nueva vida. Queda mucho que planear, mucho que hacer, y, como siempre, tengo la sensación de que no me llegará el tiempo... pero eso es otro cuento, otra etapa, otro círculo, otra página...




Me quedo con las palabras de un cliente de empresa, casi ya un amigo:




"Una página que se cierra.


Una nueva página que se inicia.


La parte positiva es que todavía hay que escribirla..."

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Cuatro de noviembre...


"Si me dices que vienes a las cuatro, desde las tres empezaré a ser dichoso"
Antoine de Saint-Exupèry

Quiero contarte una historia. La historia de un encuentro y de las palabras mágicas que brotaron después, las últimas palabras mágicas que salieron de mi pluma.

Sucedió hace exactamente tres años. Un cuatro de noviembre como hoy. Paseaba, por primera vez, por las calles otoñales de una ciudad que me ha visto morir y nacer de nuevo. Florencia me aturdía. Me aturdía la belleza de cada uno de sus rincones, esa bocanada de eternidad que te regala cada vez que respiras, esa extraña sensación de pertenencia, de nostalgia que te muerde el alma. Llegué a la Piazza della Signoria y me encontré con tu imagen, eterna e impasible ante los acontecimientos, en la Logia. Te miré a los ojos, con temor al principio, no en vano se dice que tu mirada puede volver piedra a los hombres y quién sabe si a las mujeres, pero tuve el valor de mantenerte la mirada y entonces descubrí que detrás de esa máscara, de esa apariencia de monstruo, sólo se escondía la mirada asustada de una doncella.

Entonces empecé a escuchar tu voz, al principio era un suave silbido, el siseo de las serpientes de tu cabeza, pero poco a poco, y, afinando el oído, pude escuchar claramente una historia: me hablaste de ti, de cómo eras las doncella más bella del templo de Atenea, hasta que fuiste raptada y violada, y la furia de la diosa te dio apariencia de monstruo. Me dijiste que a veces sucede esto en la vida; que un acontecimiento casual hace que pases de ser pura, transparente, auténtica, a refugiarte detrás de una máscara, a mentirte a ti misma y a los demás sobre lo que tú eres. Me dijiste que no tuviera miedo de las serpientes que porto en mis cabellos, ni de las garras que otros puedan ver en mis pies. Me dijiste que lo importante es que el espejo no me devuelva una imagen deformada de mi misma, que lo que ellos quieren ver no es lo que verdaderamente soy. Me dijiste que defendiera mi terreno como una loba, que no tuviera miedo de los miedos de los demás, que no escuchara más que las voces de dentro y que me arrodillara solamente ante los deseos de mi propio corazón…

Hoy quiero darte las gracias. Gracias por todo aquello que, en tan poco tiempo, me enseñaste. Me enseñaste a no bajar la mirada, a perder el miedo a mi propio poder, me enseñaste a mostrarme tal como soy, sin la armadura del miedo en mi corazón, desnuda y vulnerable. Me enseñaste la belleza de la sensibilidad y la fortaleza de la vulnerabilidad. Me invitaste a aparecer con las manos extendidas hacia el mundo y gritar: “Miradme, soy así, bella y débil, y os entrego mi corazón a cada paso, sabiendo que si queréis podéis hacerlo pedazos”. Me enseñaste a no adoptar roles y a ser yo misma en cada momento. No sabes cuánto te lo agradezco...

Lo que vino después…ya lo conoces. Una historia mágica, un secreto verde intenso que comparto sólo con la luna y con las hadas, porque sólo los seres mágicos saben de historias increíbles…

Pronto estaré de vuelta. Pronto podré volver a mirarte a los ojos y a pensar eso de que Perseo no fue tan héroe al fin y al cabo. Pero hoy, por ahora, quiero desear un feliz día a todos los que forman parte, como tú, de esa bellísima historia de amor. Gracias, Medusa.


"A próxima vez que a lúa chea reine no ceo de Florencia,

e se ilumine Medusa nas mans de Perseo de novo,

pensa que no nordés xeado hai unha muller, unha feiticeira,

que agradecerá eternamente sentir un intre

as tuas mans rozando as suas cadeiras"

De "Tal vez"


sábado, 31 de octubre de 2009

Y de nuevo, Samhain...


SAMHAIN: Conmemora la muerte del dios y su viaje, mientras la diosa llora su muerte. Es de hecho la noche en la que los wiccanos recuerdan a sus muertos. Se dice que debido al viaje del dios, las leyes mundanas del tiempo y el espacio están temporalmente suspendidas y la barrera entre los mundos desaparece. Comunicarse con antecesores y espiritus de fallecidos es fácil para este tiempo.Además se considera Samhain como el fin de año wiccano, el fin del ciclo de la vida, donde todo vuelve a comenzar.
Este Samhain sólo pediré un deseo...



"El estará allí porque también se encuentra sólo,

porque ha aprendido todo lo que quiere aprender por sí mismo,

porque hay una persona en el mundo hacia la que está siendo guiado..."

Richard Bach "El puente hacia el infinito"


... Sólo uno.


Buena noche y mejor año nuevo. Que la Diosa os bendiga.

viernes, 23 de octubre de 2009

Viajo, luego existo...



"En la antigüedad los filósofos odiaban viajar. Lo consideraban una forma grosera de restarle tiempo a sus sedentarias vidas. Hoy a cualquier viajero o turista le resultaría difícil compartir esta idea. Viajar es una palabra mágica, sin sinónimo que la pueda reemplazar. Una excelente fórmula de pensar el mundo. De ser otro, sin dejar de ser uno mismo. De enriquecerse cultural e intelectualmente. No en balde, afirmaba Filippo Pananti que “la vida es un libro del que quien no ha visto más que su propio país no ha leído más que la primera página”.
“Viajo, luego existo” Francisco Gavilán


Tengo frio en los pies. Señal inequívoca de que el invierno se ha instalado en el noroeste. Y éste ha venido para quedarse, asi que no me queda más que recordar el calorcito, el sol dándome en la espalda y la suave brisa de verano hasta dentro de unos cuantos, bastantes, meses.



Con la lluvia en el cristal cuesta más recordar mi último viaje, mi paseo por Grecia. A veces pienso que he tardado en escribir sobre el viaje porque tengo un miedo irracional a perder algún recuerdo. Otras veces pienso, sin embargo, que todo lo que me esperó a la vuelta me dio una enorme bofetada de realidad que hizo que simplemente, me bloqueara. No lo sé, pero ahora, a la vez que coloco algunas fotos en el álbum (y espero las demás…), recuerdo la llegada a Atenas, una ciudad vibrante, llena de vida y de color, que me cautivó enseguida; el sueño cumplido al verme delante del Partenón o de la Tribuna de las Cariátides, la tarde en Plaka o el anochecer en Psiri, con la Acrópolis vigilante…Recuerdo el viaje en ferry hasta una Mykonos plomiza y azul, vampírica y excitante, el privilegio de ver la lluvia sobre Paraportinari (sí, una vez más me llevé la lluvia pegada a los zapatos…), encender una vela en una iglesia ortodoxa y disfrutar del silencio de Panormos y Agios Sostis. Recuerdo como Santorini me recibió como la Atlántida, altiva y orgullosa colgada del acantilado, como me sorprendió, a cada instante, su luz, su color azul, su silencio mágico, casi místico, inexpugnable…Su playa roja, Vilhada lunar, mi rincón en Imerovigli…Podría quedarme para siempre apoyada en un muro, en Fira o Oia, viendo al sol sumergirse en la caldera y soñándome parte de los trocitos que inventó el volcán...


Pero los recuerdos son sólo imágenes fijas que me miran desde el papel y como decían en la película "Che ne sarà di noi" : "Guardare in faccia al destino non è facile, perche il tuo futuro non si vede mai...Come la Turchia..."

jueves, 15 de octubre de 2009

"Ojalá estuvieras aquí..."


de Tam tam go...


Hacía tiempo que no me sorprendías por la espalda. Te traigo a mi pensamiento día tras día (y últimamente más que más, por aquello de la visualización creativa...), pero hoy cuando venía hacia el trabajo, me ha sorprendido tu sonrisa, clara y nítida, en mi cabeza. Caminabas, yo iba detrás de tí, cogida de tu mano. Te girabas y sonreías. Sólo sonreías...

Yo seguí andando. Creo que alguien me saludó, pero ya sabemos que me pierde lo despistada que soy, y, además, para qué mentir, mis pensamientos caminaban por otras calles... Calles que pronto espero hacer mías de nuevo, rincones de cuento de hadas que anhelo pasear de la mano de la esperanza que ahora mismo sólo tú puedes devolverme...

Llegué a la oficina, reinicié el equipo, hablé con Conchi desde el aeropuerto, diluyendo tu imagen entre avisos al último pasajero, llamadas de atención para que no pierdas de vista tu equipaje y vuelos que se retrasan... Colgué, me puse a trabajar: llamada para encontrar lo imposible para Navidad, hotel al otro lado del charco "carísimo", menú para congreso en balneario... y entre mails, faxes, expedientes y milagros, tu sonrisa, sólo tu sonrisa...

Me pregunto si te ocurre en ocasiones, si te sorprende mi presencia, si extrañamente sientes, a kilómetros, el latido de mi corazón. Sabes que a mí, sí me sucede, que ahora mismo sólo esos momentos pueden salvarme, que sólo esos instantes apartan de mí el miedo. Me dijiste un día que no quedaba tiempo, que la vida hay que cogerla al vuelo, apretarla fuerta entre los dedos y no dejarla escapar. Mi vida se me escapa de entre las manos sin que pueda salvar apenas nada. Sólo puedo salvar una cosa. Sólo una. Sólo tu sonrisa...
T.V.B.

jueves, 1 de octubre de 2009

Diálogo...


- VIDA: Deberías de haberlo hecho hace ya mucho tiempo…
- YO: Ya lo se, pero entonces era todo un castillo en el aire. Bueno, como ahora…
- VIDA: Los arquitectos dibujan edificios en un papel para después construirlos.
- YO: Ya, pero no todo es tan fácil.
- VIDA: Desde luego que no, pero ¿desde cuando te atrae lo fácil?
- YO: Desde que me cuesta mantener la esperanza, desperezar mis sueños…
- VIDA: Quizás sea el momento de empezar de nuevo a soñar… ¿Qué te mantiene aquí?
- YO: mi gente, la vida que me he construido, el trabajo…
- VIDA: ¿Y tus sueños? ¿Te has olvidado de lo que realmente quieres?
- YO: No, pero…
- VIDA: la gente que te quiere irá contigo, la vida es un castillo de arena, se construyen y derriban torres y patios cada diez minutos. El trabajo…dijiste que si no fuera por el trabajo te irías…¿Ahora que te detiene aquí?
- YO: no se, es que…
- VIDA: Excusas… siempre buscando excusas. Ahora que no es el trabajo, ¿en qué te excusarás? No es tiempo de buscar excusas, es tiempo de mirar de frente a los sueños e ir a por ellos, de cabeza, como si te dejaras en ello tu último aliento. Imagina que te quedaran 24 h. de vida…
- YO: tampoco hace falta ponerse tal radical, ¿no?
- VIDA: Piensa en dónde te gustaría estar, con quien, como, haciendo qué… En eso, y sólo en eso debes gastar el tiempo que tienes, en tratar de ser feliz…


Y entonces pienso que la vida tiene marcado un camino para cada uno de nosotros. Que procura enseñártelo por las buenas, una, dos y hasta tres veces, hasta que no puede más, y entonces te empuja, con fuerza, hacia tus deseos más profundos, hacia tu propio destino…

martes, 22 de septiembre de 2009

"Maybe" Janis Joplin

Mi canción para hoy...

"Maybe
Oh if I could pray and I try, dear,
You might come back home, home to me.
Maybe
Whoa, if I could ever hold your little hand
Oh you might understand.
Maybe, maybe, maybe, maybe, yeah.
Maybe, maybe, maybe, maybe, maybe dear
I guess I might have done something wrong,
Honey I’d be glad to admit it.
Oh, come on home to me!
Honey maybe, maybe, maybe, maybe yeah.
Well I know that it just doesn’t ever seem to matter, baby,
Oh honey, when I go out or what I’m trying to do,
Can’t you see I’m still left here
And I’m holding on in needing you.
Please, please, please, please,
Oh won’t you reconsider babe.
Now come on,
I said come back,
Won’t you come back to me!
Maybe dear, oh maybe, maybe, maybe,
Let me help you show me how.
Honey, maybe, maybe, maybe, maybe,
Maybe, maybe, maybe, yeah,
Maybe, maybe, maybe, yeah.
Ooh!"

http://www.youtube.com/watch?v=cM0T9fumD5k

lunes, 21 de septiembre de 2009

Soy otoño...


Es extraño como puede a veces sentirse la soledad. Dentro, bien dentro, como un puño que se cierra en el centro de tu pecho. Echando de menos…quien sabe qué o a quién, pero echando de menos. Extrañando todo lo que has tenido y que has empezado a perder en un giro de muñeca injusto del destino. Y vuelves a sentir vértigo, a sentir que todo tu castillo de naipes de derrumba, uno a uno, otra vez, y tienes que sacar el valor, la fuerza y la ilusión necesaria para reconstruirlo de donde quiera que sea…


Me gustaría volver a sentarme en Oia, a ver una puesta de sol, y no pensar en nada, como hace unos días, sólo en el sol ahogándose en el mar, y no ahogarme yo en una vida que cada día reconozco menos como mía.
Siempre, cuando regresas de un viaje, dejas atrás algo de ti y, a cambio, recoges algo de la esencia de cada lugar, pero esta vez, tengo la sensación de haber dejado demasiado en Vilhada, en la Playa Roja, en Panormos o en Imerovigli al atardecer. Y más ahora, cuando todo apunta a que, en nada, tendré que tomar una decisión. De las de verdad, de esas de “qué hacer con tu vida”. Odio tomar decisiones. Me aterra equivocarme. Supongo que la clave está en seguir la guía de la intuición, esa que me ha demostrado que no falla.


Prometo hablaros de mi viaje. En otro momento. Cuando todo se calme y empiece a salir de nuevo el sol


P.s. Tanti auguri, Isolda

sábado, 5 de septiembre de 2009

Vacaciones!!!

Al fin, y después del verano más largo de mi vida llegan mis esperadas vacaciones, que digo, YA estoy de vacaciones, aunque oficialmente no empiecen a contar hasta el lunes. De vacaciones y de últimos preparativos para cumplir, si mi garganta me deja, otro de mis "sueños viajeros".

Dentro de unos días, si la vida lo permite, podré contemplar "en vivo y en directo" la tribuna de las Cariátides del Erecteion de Atenas. Cuenta la leyenda que están castigadas a llevar el peso del templo por toda la eternidad por aliarse con los persas en alguna de las muchas guerras griegas.


El único peso que cargaré yo será mi maleta, que me acompañará (espero) en esta nueva aventura: dos días en Atenas para conocer dónde comenzó casi todo (o al menos la cultura occidental), cuatro en Mykonos para buscar a Petros el pelícano y disfrutar de las playas y la vida nocturna de la isla, y, por último, lo que creo que será "la joya de la corona", Santorini, para ver morir el sol en Oia, tratar de encontrar la playa secreta o pasear, intentando parar el reloj, por la caldera...


Me voy de viaje. Como decía J. Reverte: "creo que hay que viajar siempre, ponernos a prueba ante lo inesperado, ver y sentir sobre lo que hemos leído, sobre lo que nos han contado. Y luego escribirlo, para que otros sueñen, para mantener viva la ficción de existir y el anhelo de la eternidad". Yo lo escribiré a la vuelta, como siempre, para hacerlo de algún modo eterno e inmutable. Porque, hasta que no inventen otro modo de detener el tiempo, escribir es lo que más se acerca a esa sensación...


jueves, 27 de agosto de 2009

Una de vampiros...



No se si tiene algo de ver con el “fenómeno Crepúsculo” o con la reposición, de madrugada, de una vieja serie de televisión, pero este mes de agosto he vuelto a engancharme a los vampiros. Más bien a ese halo romántico, de ser solitario, de criatura bohemia de otro tiempo que tiene un vampiro: alguien que vive bajo la luz de la luna, que anhela estar vivo aún siendo inmortal, que quisiera sentir por un momento un escalofrío atravesando su cuerpo de cera…




A veces creo que yo llevo casi tres años siendo un vampiro: alguien me mordió en el cuello una noche de luna llena y me concedió, con ello, el “regalo” de la inmortalidad. Nací a una nueva vida y renuncié a la que tenía antes. Ahora vivo en la sombra, adoro la luna y me encanta la soledad. Vago por una ciudad sin nombre, madrugada tras madrugada, intentando que él, y la ciudad misma, me devuelvan el alma. El alma que se quedó allí, apoyada en una pared, mientras mi cuerpo y lo que quedaba de mí nos mezclábamos con la niebla. El alma que anhelo recuperar, restaurar poco a poco como un viejo libro, con mimo, con parsimonia, con dedicación exclusiva…




Sé que pronto regresaré a buscarla: que debería tratar de recuperar lo que dejé de mí y de que todo vuelva a su sitio. Pero sé que, en las noches de luna llena seguiré anhelando que él se descuelgue por mi ventana, que me acaricie despacio y poder perderme en su mirada para siempre. Sabe que está invitado, que siempre lo estará. Los vampiros no pueden entrar si no les invitas. Yo invité a este vampiro con alma hace tiempo a formar parte de mi día a día. Y pese a todo, así quiero que siga siendo…per sempre…

martes, 18 de agosto de 2009

Un segno di Dio?


Os dejo lo que aparece escrito en la contraportada del nuevo libro de Angela Becerra que esta mañana, por causalidad, ha salido a mi encuentro para volver a mostrarme, sólo a través de un nombre propio y una ciudad, ese camino de baldosas amarillas que he dejado de ver con claridad. Sin apenas abrirlo, y deseando que llegue esta noche para sumergirme en él, ya puedo atisbar lo mucho que me identificaré, una vez más, con el personaje femenino y principal de la historia. Os iré contando...


" Tras sufrir un grave accidente, Ella no vuelve a escribir. Derrotada y perdida,emprende un viaje a Firenze en busca de una fascinante historia que le contó su padre y que quiere convertir en novela. En su afán por sentirse viva, crea un enigmático y silencioso personaje, La Donna di Lacrima, que recibe en su soberbio ático de la via Ghibellina a hombres que le cuentan su vida y adoran su cuerpo y su silencio. Nadie reconocerá en ésta a la solitaria y triste escritora que restaura libros y visita cada tarde a las siete la antigua librería del Mercato Nuovo donde otro ser, un librero tan solitario y misterioso como ella, la espera..."

viernes, 31 de julio de 2009

"Quieta...quizás sí..."

"...tardé en llegarte
atravesaron mi senda rumores ajenos
tardé en reverenciarte
intentaron en vano difuminar mi ruta
más aquí estoy serena y complaciente
para abrazar tus despojos..."
©Viviana Álvarez

Hace un par de días la lluvia nos dio una tregua y pudimos ir a escuchar a La Oreja. No es que sean uno de mis grupos de culto, pero sí es verdad que algunas de sus canciones me transportan a una época muy bonita de mi vida... Hay cosas que no cambian, que siguen como siempre, y así, hay letras que te siguen punzando de una manera extraña el alma, y hacen que te preguntes si tú no serás ese mosquito idiota que se ha autoconvencido que convertirse en un ser racional a sus años es lo mejor que le puede pasar. Que te preguntes si no es cansancio o falta de fe, sino comodidad, si no es aceptar, sino resignarse... Que te preguntes si has renunciado a perderte esperando, a creer que es siempre el día menos pensado, a creer a pies juntillas que existe esa escalera azul que te puede llevar a la luna...




Hay cosas que no cambian, que siguen igual a través de los años, y así, aunque mañana sea 1 de agosto, en el noroeste vuelve a llover, aunque medio globo inicie sus vacaciones, yo piso el acelerador a fondo para encarar las últimas vueltas. Así, una soñadora se da cuenta siempre de que, pase lo que pase por su vida, seguirá emocionándose con una vieja canción.

Buen Lughnasad, y que la Diosa os bendiga.
P.s. el texto y la foto son de un blog que me ha dejado sin palabras...

martes, 21 de julio de 2009

Domingo en el paraíso...


Este verano las nubes y el viento apenas nos dan tregua en el Noroeste. Este verano, entre crisis económica, gripe A, virus de la oferta de última hora y los ya conocidos cambios y cancelaciones varios, se me está haciendo eterno. Tanto que cada día que tacho en el calendario me parece toda una semana...

Pero el domingo lucía un sol radiante.30 grados en el noroeste (y a la sombra...) Así que a las nueve a.m. sonó el despertador y cogimos un barco que, en apenas, 45 minutos, nos dejó en la playa más bella del mundo según el diario británico The Guardian. Es la playa de Rodas, en las Islas Cies, que en palabras del periodista Gavin McOwan es, "una perfecta media luna suave y pálida y cubierta por pequeñas dunas, abrigadas por un tranquilo lago de agua limpia como el cristal”.

Ya ves, el paraíso a tres cuartos de hora del portal de tu casa. Así parece que la espera para las tan deseadas vacaciones se hace más llevadera. Jornada playera, sol, agua transparente (eso sí, helada), y barco de regreso para empezar una nueva semana... el domingo quedarán siete días menos... (parakalo!!!!!...)

viernes, 3 de julio de 2009

Que el mundo pare...


Llevo un par de semanas en una especie de montaña rusa: subo, al momento bajo, y cuando quiero darme cuenta sólo siento una cosa: vértigo. Vértigo al asomarme a mi vida y ver que todo es un enorme signo de interrogación: incertidumbre en el trabajo, más incertidumbre mezclada con gotitas de ansiedad y un ultimátum para decorar en mi vida personal… Por no hablar de mi interior, porque a estas alturas de la película, no se quien soy. No me reconozco en la que fui y tampoco atisbo a ver la que seré. Todos los caminos iniciados están llenos de maleza y quizás no me sirvan ya para continuar. Me siento a descansar en el medio de un gran bosque, ese que antes me protegía y hoy me atemoriza, y escucho respirar en mi oído al miedo, a la soledad, a la falta de esperanza…



Me pregunto que pensaría Peter Pan si hoy se asomara a mi vida. Quizás viera mi habitación desordenada (tú eres tu habitación) y se preguntaría por qué no llevo puestas las alas de colores, o por qué el bote de polvo de hadas está vacío y sin trazas de llenarse. Quizás me miraría con tristeza por un momento y dudaría si acercarse a mi cama, aunque acabaría por hacerlo. Me acariciaría la mano suave y me susurraría que si yo quiero, aún puedo escaparme por la ventana a Nunca Jamás.



Yo aceptaría, porque mi niña interior, esa que tiene un impermeable rojo y que pega la nariz a los cristales en las tardes de lluvia, sólo puede aferrarse a la creencia de que los sueños aún pueden hacerse realidad. Cogería su mano con fuerza, saldríamos por la ventana, yo con los ojos cerrados, con miedo y ese extraño nudo que lleva asentado tiempo en mi estómago como compañía perfecta. Al pasar por la tercera estrella, miraría a Peter atemorizada y le preguntaría:

-“¿Llegaremos a tiempo?”

Su respuesta sería sólo una sonrisa…

martes, 9 de junio de 2009

Osho y el amor...


Hacía tiempo que no lloraba. Antes solía hacerlo a menudo, pero hace bastante tiempo que me cuesta reconocerme debajo de esta armadura oxidada. Me cuesta dejarme llevar por las emociones, y siento como si todas las lágrimas que no he llorado este tiempo, sólo ayudasen a oxidarme más y más cada día.


No soplan vientos demasiado favorables, o tal vez es que yo no he sabido dejarme llevar y he tratado de resistir a la tempestad, no lo sé. Lo único que sé es que ayer por la noche, repasando un viejo diario, he vuelto a llorar. He vuelto a llorar mientras recordaba como una de las personas a las que más he querido ha decidido hacer su travesía lejos de mí y aunque yo esté ahora en otra guerra, siempre duele recordar que esa persona te inspiró para escribir tus mejores versos, porque sí, hace siglos, yo escribía...


He llorado al darme cuenta de que los 3 deseos que pedí una noche de Samhain, justo antes de volar a Italia, se habían cumplido, sin que yo, hasta este momento, fuera consciente de ello.


He llorado repasando mi primer paseo por la ciudad que me cambió la vida, reviviendo sensaciones, miradas, momentos de complicidad que ahora mismo empiezan a pesar en la espalda. Sintiendo como sentía entonces, antes de todo, antes de que la poesía decidiera buscar otras plumas y saliera volando. Porque ciertamente, desde que le conocí, no he sido capaz de volver a escribir un sólo verso. Quizás es que la poesía sirvió en un momento de mi vida y ahora ya no sirve, o quizás es que los sentimientos han callado demasiado tiempo...

Le preguntaron un día a Osho: "¿Por qué el amor es doloroso?" y él contestó: "el amor es doloroso porque transforma, el amor es mutación y cada transformación va a ser dolorosa. La agonía es realmente intensa, no puedes experimentar el éxtasis si no has experimentado la agonía. Para purificar el oro hay que quemarlo. El amor es doloroso, pero no lo evites. Si lo evitas habrás evitado la mayor oportunidad para crecer. Sumérgete en el amor, sufre el amor, porque a través del sufrimiento llega el éxtasis. Dejemos que halla pena, dejemos que halla sufrimiento. Atraviesa la noche oscura y podrás contemplar un maravilloso amanecer. Sólo de las entrañas de la noche oscura puede surgir el sol. Sólo después de una noche oscura llega el alba..."

lunes, 1 de junio de 2009

Tanti auguri a me....



Hace ya unos cuantos años mi mirada curiosa se abría al mundo. Hace unos cuantos años, hoy mismo, sentía el tacto de mi madre por primera vez, sentía su calor en mi piel, la luz me atravesaba suave los párpados…comenzaba a vivir.
El día de tu cumpleaños es, sobre todo, un recordatorio de que estás viva. De que, pese a los muchos momentos de oscuridad, de incertidumbre, de miedos y nieblas, sigues abriendo los ojos a cada amanecer, naciendo nuevamente siempre a un nuevo día, y eso, es un verdadero privilegio.




Hoy, mensajes en el móvil de madrugada, llamadas de teléfono a fijo y cellulare, mensajes "jachondos" en el mail, velas formando la palabra “felicidades” en el desayuno, flores en la oficina, pseudocenita “por la faccia” en la Barraca… Gracias a todos por hacerme disfrutar, un año más, de un cumple especial, por hacerlo cada año que pasa más especial, porque eso es lo que hacen los seres especiales…
Os quiero…

martes, 19 de mayo de 2009

Un sueño...



No suelo compartir mis sueños más allá de las hadas. Me parecen demasiado íntimos, y además, no todo el mundo les da la importancia que tienen para mí. Por eso, creo que nunca te he contado un sueño. Quizás porque siento ese miedo de no poder compartir contigo lo que para mí es importante, porque los sueños han sido para mi el gran timón que ha dirigido mi rumbo en muchas ocasiones.




Este sueño quiero contártelo, sobre todo por el momento en que llega. Porque llega cuando tengo más dudas, cuando siento que quizás todo esto no tenga más sentido que el que yo misma he querido darle, cuando quiero más que ninguna otra cosa mirarte a los ojos y decirte que cada segundo de mi vida ha merecido la pena para llegar a ese momento dorado que espero, sin saber si puedo seguir ya esperando.




Soñé que iba en un avión que se convertía en autobús, que iba con Isolda sentada en la parte delantera y que Oissel se acercaba a preguntarme si podía cambiarle el sitio. No me hace mucha gracia pero termino aceptando y me voy a sentar en la parte de atrás. Tú estás en el asiento de al lado, pero no te reconozco. De repente el bus frena porque hay un accidente horrible, tú me estrechas contra tu pecho y me pides que no mire. Escucho el latido, claro y nítido, de tu corazón. La sensación es tan real que puedo mezclarme con cada uno de tus latidos, pum, pum, pum, pum, como si de algún extraño modo estuviera dentro de ti. Después, no se bien como, aparezco caminando por la calle, pensando en ese “ultimátum” que no deja de rondarme estos días. Pensando en si ha merecido la pena, pensando en si tú no serás la causa de que halla dejado de lado cosas demasiado importantes para mí, pensando en que quizás a medida que soy más tú, soy menos yo; pensando… Me voy encontrando con grupos de gente que hablan entre ellos, pero cada vez que uno me alcanza dice la misma palabra…tu nombre… Así que, una vez más, no se que significa nada y, la verdad, me siento bastante perdida. Pero tú me enseñaste la importancia de estar presente, de vivir el momento sin crear expectativas, así que, trataré de luchar contra mi naturaleza mercuriana y dejaré de pensar. Al fin y al cabo, sucederá unicamente aquello que tenga que suceder...

T.V.B.
"...y el amor viene y va y regresa
y la ciudad es el testigo de sus abrazos
y crepúsculos de sus bonanzas y aguaceros
y si el amor se va y no vuelve
la ciudad carga con su otoño
ya que le quedan sólo el duelo
y las estatuas del amor”
Mario Benedetti
Buen viaje, maestro!

miércoles, 6 de mayo de 2009

El árbol de Talipot...

Hoy estoy extrañamente triste. La verdad, no se que es lo que me sucede, apenas puedo atisbar lo que siento, pero estoy un paso más allá de la melancolía a la que ya estoy habituada. Y esta vez no vale echarle la culpa al tiempo, porque desde la ventana del faro luce un sol enorme, brillante, que llena de calorcito toda esta playa. Sin embargo, parece que ese calor no consigue llegar a mi corazón, que tirita de frío. Los recuerdos pesan como losas, no consigo desenroscarme del sofá y hasta hace un momento cambiaba de canal como un autómata. Recuerdo el curso de Isla Mauricio y sonrío…y me siento como ese árbol de Talipot que sólo vive por allí, que florece una sola vez en su vida, en sus 60 años de crecimiento para después morir. Quizás todos seamos un poco Talipot y esperemos, y vivamos, un gran momento dorado donde todo cobre sentido para después… para que después, nada lo tenga…

sábado, 2 de mayo de 2009

Privilegios...


Hace exactamente una semana regresaba de Praga. El tiempo, caprichoso, ha comenzado a desdibujar recuerdos en mi retina, y, ahora, tengo que recurrir a las fotos y al papel para poder recordar esos momentos únicos que forman parte de mi álbum. Esos momentos únicos en los que me he sentido, de algún modo, privilegiada. Privilegiada porque pese a los años y a todo lo vivido, sigo siendo la misma viajera que hace doce años se subió por primera vez a un avión rumbo a un París tantas veces soñado. Privilegiada porque mis pies han vuelto a recorrer el Puente de Carlos, porque mis ojos han vuelto a ver el baile de las horas en la Plaza del Reloj de Stare Mesto, o porque mi olfato ha vuelto a despertar a los olores de Bohemia. Privilegiada por poder reirme en Karlovy Vary, por poder contemplar los tejados rojos de Mala Strana desde los jardines Vrtbovska, o jugar a ser pequeñita en el Callejón de Oro del Hradcany. Privilegiada por poder seguir los pasos de Kafka, porque tu corazón se encoja ante los dibujos de los niños del holocausto en la sinagoga Pinkas, privilegiada por creer en los sueños y aún temer al Golem, por poder dibujar tu propia canción de Bohemia...


Privilegiada por arrastrar una maleta llena de experiencias mágicas que, una a una, van cambiándote la vida. Privilegiada por regresar, y comenzar a pensar en la próxima aventura...

jueves, 30 de abril de 2009

Sueños libres...

Mi deseo para Beltaine viene de la mano de este anuncio:
"Que cada uno sueñe lo que le dé la gana y que luchemos por nuestros sueños hasta el último día." Yo lo sigo haciendo, porque los sueños nos hacen libres.

Que la Diosa os bendiga!

viernes, 17 de abril de 2009

Canción de bohemia...


El tiempo vuelve a escapárseme de entre los dedos… Me parece increíble que, en apenas 48 horas, esté pisando charcos en otra de esas ciudades que me fascinan, que son como gigantes de piedra que sobreviven a los recuerdos y a los sueños rotos… En apenas 48 horas será Praga, la cuna de la bohemia, la que me arrullé entre sus brazos de piedra y leyenda. Hay ciudades a las que tienes por fuerza que regresar, y ésta es una de ellas. Así que, regreso. Regreso para recordar la primera vez que paseé por Stare Mesto, que ví anochecer desde el Puente de Carlos, la primera vez que escuché una leyenda. Esta leyenda….



“ Se cuenta que uno de los reyes más poderosos de Bohemia se enamoró de una joven ninfa que todas las noches cantaba en el Moldava. Ella también le amaba, pero no podía corresponderle por su condición de ser mágico. Si se unía a un mortal, rey o campesino, perdería su voz y sus alas de luz. El rey, loco de amor, no sabía ya que hacer para tratar de convencerla de que la pérdida no sería tanta comparada con lo que él la amaba, así que, después de ofrecerle tesoros, joyas, pinturas, bonitos vestidos… y ver que todo aquello no daba resultado, decidió regalarle una ciudad. Decidió construir para ella la ciudad más hermosa de Bohemia, no, la ciudad más hermosa del mundo. Una ciudad llena de magia y de puentes de piedra, de torres con agujas que llegan hasta el cielo y de cúpulas doradas, una ciudad llena de pequeños rincones donde perderse, de empedradas calles y tejados rojos, atravesada por el Moldava, para que ella, estuviera donde estuviera, siempre pudiera ver y escuchar el sonido del río… La leyenda continua diciendo que ella, con lágrimas en los ojos y viendo el amor inmenso que el rey le profesaba, aceptó el regalo y la propuesta de matrimonio y abandonó el río.
Al tercer día después de la boda hallaron muerta a la reina en las aguas del Moldava. Hay quien cuenta que no pudo soportar el dolor que le causó perder la voz, y decidió descansar para siempre en brazos de aquel que le había dado todo…”

martes, 7 de abril de 2009

¿Quién dijo miedo?


Viendo imágenes en la tele del tremendo terremoto que ha sacudido L'Aquila, he recordado la diferencia que existe entre el miedo y el temor. Creemos que el miedo está con nosotros desde siempre, desde niños, desde que damos nuestros primeros pasos y nos caemos, pero volvemos a levantarnos y seguimos poco a poco, y paso a paso, aprendiendo a caminar. Que el miedo nos acompaña dentro de una gran maleta que arrastramos toda la vida, que año a año, se va haciendo más grande y pesada, porque son más los miedos, más y más fuertes, más y más difíciles de vencer...


Este septiembre, de Alghero a Sassari, nos sorprendió en carretera un huracán. Sí, un huracán en el mediterráneo...( si es que llevo la lluvia en los zapatos y...) A lo que vamos: fue una media hora, como mucho cuarenta y cinco minutos de angustia, pero en ese instante descubrí la diferencia entre el miedo y el temor. El miedo se siente de repente, ante una situación peligrosa o desconocida. El temor se mastica lentamente y se proyecta en el futuro. No sabes lo que sucederá, así que el temor lo anticipa con pensamientos negativos. El temor va de la mano de la ansiedad, los dos vienen a tí en situaciones que escapan a ese control que todos, en el fondo, querriamos tener sobre nuestras vidas.

De este modo he descubierto que hoy por hoy, no tengo miedo, sólo temor. No se si esto es mejor o peor, pero al menos no suena tan contundente. El temor es irreal porque no está fundado en una situación real. Es sólo un fantasma. Y los fantasmas dejan de existir cuando dejas de creer en ellos...


P.s. Buen viaje, Brig, deja que la saudade de Lisboa te empape el alma...

martes, 24 de marzo de 2009

Que sí, que he vuelto...


Algún tiempo ya sin escribir…después de mi viaje relámpago a Roma tengo que reconocer que me cuesta. Supongo que será el cansancio, la primavera (que a la mayoría de los humanos les altera la sangre y a mí el aparato respiratorio), la rutina que me envuelve otra vez, los sueños incumplidos, o las esperanzas perezosas… todas esas cosas que te pesan por la mañana en la espalda y que hacen que tus pies no consigan, en ocasiones, despegarse del suelo…


Roma vuelve a quedar en la memoria, como cada viaje, como cada una de esas oportunidades de fabricar recuerdos…El “Asturias patria querida” de la primera comida (vaya, menos mal que no somos de Sevilla, a ver que cantaba entonces “la vieja”), la tensión de Andrés al despegar y sus “¿esto es normal?”, el primer viaje en metro de mi madre, su asombro ante la Basílica de San Pedro, un helado en Trevi, volver a ver pasar el tiempo en la Scalinata Spagnola, un deseo en el corazón del Trastévere, spaghetti cozze y de fondo Biaggio, una camiseta gaélica olvidada, 45 euros y una señal del destino en “La Corrida”, Via Quattro di Novembre, mi corazón a punto de salirse del pecho en Santa María in Trastévere al ver a Isolda salir corriendo, cenar en una sartén, casi perder un vuelo en Barajas… todo eso se diluye ahora en las fotografías con las que intento contar una historia, mi propia historia, la que aún no he conseguido, pese a todo, escribir…

jueves, 12 de marzo de 2009

Non basta una vita...


Me encantan las puestas de sol, diría más, las colecciono. Quizás porque siempre he pensado que si hay un momento en el que se puede detener el tiempo ese es el ocaso. Quizás porque una puesta de sol esconde la promesa de un nuevo amanecer…


He vivido y fotografiado un buen puñado de atardeceres: en ciudades mágicas, gigantes de piedra, en el mar… pero hay un lugar especial para una puesta de sol que ví, y viví, hace ya casi diez años. Hace casi diez años, caminaba por Vía Condotti hacia el apartamento que tenía alquilado en Prati. Había sido un “anno horribilis”, con neumonía, accidente gordo de coche con lesión de por vida etc… y Roma era mi regalo. Lo único salvable de aquel año. Los días en Roma. Así que, aquella lejana tarde, caminaba de vuelta a casa, para hacer las maletas y regresar a España. Recuerdo que miré atrás y ví el sol poniéndose detrás de la Iglesia de la Trinità dei Monti, en la Piazza di Spagna. Las lágrimas empaparon mis ojos, quizás sabiendo que jamás podría apartarme de la mirada ese momento de luz. Luego vinieron muchas cosas, muchas ciudades, muchas historias y la que soy hoy. Y ahora la vida me da la oportunidad de compartir esa luz con una de las personas más importantes de mi vida: mi madre.


Nos vamos de escapada, de fin de semana a la Roma imperial, a su Roma cristiana y a mi Roma pagana, cumpliendo, esta vez, uno de sus sueños. Quizás al regreso comprenda un poco más esa tristeza que se me prende en la mirada cada vez que vuelvo a casa, o por qué soy ya más mediterránea que atlántica… Quién sabe…


Lo único que se ahora es que quiero disfrutarlo más que nunca, compartirlo con mi madre, con Isolda, sus padres, Miri y Andrés. Todo un “family trip”. Me gustaría poder compartir mucho más, y cogerles de la mano y explicarles como la vida ha ido cambiándome a través de la luz, y escaparme a la ciudad dorada, y algunos kilómetros más allá, y explicarle a mi madre, y gritar al mundo, que no concibo ya mi vida sin esa mirada que una noche de luna llena se me quiso regalar...

lunes, 9 de marzo de 2009

Otra vez Luis Garcia Montero...

"Quizás tú no me viste,
quizás nadie me viese tan perdido,

tan frío en esta esquina. Pero el viento

pensó que yo era piedra

y quiso con mi cuerpo deshacerse.

Si pudiera encontrarte,

quizás, si te encontrase, yo sabría

explicarme contigo. Pero bares abiertos y cerrados,

calles de noche y de día,

estaciones sin público, barrios enteros con su gente, luces,

teléfonos, pasillos, y esta esquina

nada saben de tí. Y cuando el viento quiere destruirse

me busca por la puerta de tu casa. Yo le repito al viento

que si al fin de encontrase,

que si tú aparecieses, yo sabría

explicarme contigo..."

"El amor dificil " Luis G. Montero

lunes, 2 de marzo de 2009

Coincidiendo...


"Aquellos que sueñan de día son conscientes de muchas más cosas


que los que lo hacen sólo de noche"


Edgar Alan Poe




Fin de semana diferente. Más allá del Salón de Gretel y evitando abusar de las tecnologías modernas para acortar distancias. Prometía ser un finde tranquilo, de spa y buena mesa, para relajarse y desconectar, pero hay cosas que van contigo a todas partes, aunque cruces fronteras. Viaje en coche. Parada en un área de servicio cualquiera, elegida al azar. Café en una mesa cualquiera, de las muchas que había. De repente, grabada en la mesa, una palabra, el nombre de una ciudad, cinco letras, la primera, una P. (para los incrédulos, tengo una foto...)



Entonces aceptas, con una sonrisa enorme, y sin comprender, que hay cosas que forman y formarán parte de ti para siempre, que has aprendido a vivir con esos guiños incomprensibles del destino que te esperan en cualquier esquina, en cualquier momento, que tal vez, aún, y pese a todo, no has conseguido descifrar cómo funcionan los engranajes de la vida...




Pero quizás no sea tan importante entender cuando intuitivamente sabes que estás en el camino correcto...






jueves, 12 de febrero de 2009

"Y pienso en mi boca y tu intención..."


Escuchando una canción de Amaia Montero que, inevitablemente me traslada a un momento concreto de mi vida, después de una tarde azul al fin, y, mientras navegaba por la red sin saber muy bien en qué puerto pararme a descansar, "casualmente" he encontrado la respuesta a una de esas preguntas que vienen de mi mano desde hace ya tiempo.

¿Por qué tienes la sensación de que algunos acontecimientos acaban de suceder y otros han sucedido hace mucho tiempo aunque ese no sea el orden temporal real?


La respuesta parece estar en el "tiempo psicológico". Quizás no podamos regresar al pasado, pero al menos si podemos hacerlo de modo psicológico reviviendo determinados momentos con la misma intensidad con la que sucedieron. Así, al revivir lo que sentías en ese momento, al traerlo a tu vida, y hacerlo presente, parece que la cercanía temporal es mayor. Supongo que es eso lo que sucede con esos instantes arquetípicos que todos hemos vivido alguna vez: ha sido tal su brillo, su intensidad, su luz, que, de algún extraño modo, algo de tí se ha quedado enganchado, y, aunque sabes el coste energético que te supone, no puedes evitar volver una y otra vez a ese momento, a revivir hasta la saciedad detalles tan pequeños como un suave roce en tu espalda, una palabra, una sonrisa, o aquel cartel que había en el baño...Lo peor, darte cuenta de que, pese a todo, aún no te has perdonado...

jueves, 5 de febrero de 2009

Mil grullas...


Sobre el poder y la fuerza de lo que se desea de corazón...


Una niña japonesa, llamada Sadako Sasaki y nacida en 1943, tenía sólo dos años cuando cayó la primera bomba atómica sobre Hiroshima, el 6 de agosto de 1945. En 1955 le diagnosticaron una leucemia causada por la radiación a la se había visto expuesta. Conocía una vieja leyenda japonesa, según la cual todo aquel que plegara un millar de grullas de papel vería materializado su deseo más profundo.

Sadako empezó a pegar las grullas y completó más de mil antes de su muerte el 25 de octubre de 1955, con sólo doce años de edad. Su conmovedora historia hizo que se levantase, en 1958, un monumento en su honor y en el de todos los que sufrieron como resultado de las bombas atómicas. La estatua de Sadako con una grulla de oro sigue en pie en el Parque de la Paz de Hiroshima con la leyenda " Este es nuestro grito. Esta es nuestra oración. Paz en el mundo"

Todos los años, gente de todo el mundo pliega grullas de papel y las envía al monumento de Sadako en Hiroshima.


Hoy pliego mi primera grulla...

viernes, 30 de enero de 2009

"This is the life..."


De fondo Amy McDonald...




Sin dejar de llover, contagiada del frio y la niebla del noroeste más duro, enganchada a un programa de televisión que no puedo ver por la televisión (paradojas del ser humano), y caminando por las noches descalza, de la mano de Mazarine, por un París invernal en "Lo que le falta al tiempo" de Angela Becerra, enero se me ha ido escapando de entre las manos sin apenas darme cuenta. Un enero que me ha regalado "7000 caffè", unas cuantas noches de insomnio, y la certeza de que "vivo a ratos por sobrevivir", o peor aún, que me paso más tiempo muerta que viva, pues sólo se está vivo en esos momentos de los que nuestros corazones son plenamente conscientes. Me he pasado enero viendo llover desde la oficina, con el corazón gris y empapado y echando de menos ser un poquito más libre...libre para ser, para hacer, para soñar...Me he pasado enero esperando que las horas muertas tuvieran menos de 60 minutos, y preocupada porque mis alas, quizás por efecto de la lluvia, no se ven tan firmes y bonitas como antes.




Pero ya casi es febrero... y febrero es un mes que siempre me ha gustado. Me gusta porque hay más horas de luz, porque llega el Imbolc con el primer anuncio de la primavera, porque los corazones empiezan a sacudirse la niebla y yo cambio mis botas de lluvia por mis zapatos rojos para volar. Febrero me gusta porque de siempre me ha traído buenos momentos y algún que otro regalo envuelto en papel de colores. Febrero me gusta porque me recuerda que después del más duro de los inviernos, siempre llega una frágil primavera, esa que late en cada uno de nuestros grises y empapados corazones.


Buen comienzo de mes y mejor Imbolc para todos!

lunes, 19 de enero de 2009

Shine on...


"Si en tu corazon sientes que soy de verdad, dejame soñar..."

Taxi "Por tí"


"Allegre come non mai. E poi, all'improvviso, la musica lentamente si abbassa. La voce del dj entra calda, perfettamente morbida, in punta di piedi quasi.

"E ora una dedica speciale... Un ragazzo per la sua lei...lei che ha sempre continuato a cercare..." ride il dj. "Deve essere veramente innamorato il tipo...Lei che finalmente ha ritrovato..." E ci lascia così, con quest'ultima frase che si perde nel buio della sala mentre entrano le prime note di Shine on.

Non, non ci posso credere. La mia canzone. Quella che mi ha regalato. Coppie nel locale si abbraciano (...)

Una coppia abbraciata davanti a me. Baci interrotti da qualche piccolo spiraglio di luce. Lui le accarezza il viso sorridendo. Un'altra coppia... Ballano lenti, lui ogni tanto le prende con la mano i capelli, li alza, li lascia cadere, e poi sorridendo la bacia, poco più in là un'altra coppia che balla guardandosi negli occhi, come se intorno non essistese nessuno, come si noi, nessuno di noi fosse qui, solo loro due e tutto il loro amore. Poi una voce improvvisa alle mie spalle.

"Sei tu che ho sempre cercato..." E poi le sue braccia che mi stringono da dietro.

"Sei tu che stasera ho ritrovato..." Chiudo gli occhi. Non ci credo. E poi la sua voce.

"Te lo chiedo di nuovo...Dimmi che non sei un sogno..."


Federico Moccia "Amore 14"


Y extrañamente sonrío, aunque tenga los ojos llenos de lágrimas...

jueves, 8 de enero de 2009

"Andábamos sin buscarnos...


...pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”


Rescato esta frase de un comentario que he leído en el blog de Tharsis, para contar algo que me ha sucedido esta mañana y que no quiero dejar pasar.
Una persona a la que conozco de tiempo y con la que tengo una buena relación profesional me ha venido a visitar a la oficina y hemos descubierto, “por casualidad”, que las dos hemos vivido una misma historia como actrices secundarias, cada una de una parte, cada una desde un lado del espejo.


Esto, una vez más, me hace pensar…Me hace pensar en ese mundo - tela de araña del que ya he hablado más de una vez. Me hace pensar que podemos llegar hasta quien queramos sólo tirando del hilo correcto y cultivando la virtud de la paciencia (si, precisamente esa que me falta a mí…). Me hace pensar que hay personas que necesariamente tienen que aparecer en tu vida, y que si no pueden hacerlo por cauces “normales”, buscarán el modo más increíble de llegar hasta ti. Me hace pensar que hay encuentros necesarios, de esos que cambian una existencia, que no consigues entender hasta que pasa el tiempo y personas que caminarán mil caminos con tal de regalarte lo que tienen para ti. Me hace pensar en un libro de Raimon Samsó, que me cayó a los pies desde una estantería hace ya tiempo por causalidad, donde se decía que en ocasiones el destino separa a las personas para que aprendan lecciones importantes cada una por su lado para después volver a unirlas. Yo estoy tratando de aprender todo lo que puedo, ¿y tú, cómo lo llevas? ;-)


El destino ,antes o después, nos alcanzará…

miércoles, 7 de enero de 2009

A propósito de sueños...

"Quando insegui un sogno nella tua strada incontri tantissimi segnali che te indicano la direzione, ma si hai paura non li vedi"
Federico Moccia "Amore 14"

Quería dedicar la primera entrada de este recién estrenado 2009 a hablar de un pequeño sueño que, hace apenas dos meses, conseguí hacer realidad. Hace apenas dos meses, y tras un peregrinaje que incluyó un madrugón de órdago, retrasos, tres cambios de tren, y mucho, mucho frío, llegamos a Ravenna para visitar la verdadera tumba de Dante. Digo verdadera porque es allí, en el barrio más austero y humilde de la ciudad, donde descansa realmente el poeta, lejos del gran mausoleo vacío que le sigue aguardando en la Florencia que tanto amó. Exiliado, nunca pudo regresar, bajo pena de muerte, a la ciudad dorada. Esta, arrepentida, suministra el aceite de la lámpara que arde constantemente en su mausoleo.

Sería dificil explicar lo que sentí frente al sarcófago, como mis manos, casi temblando, apenas se atrevían a tocar el frío mármol, como las lágrimas venían a mis ojos sin permiso, como apenas podía pronunciar una palabra, como mi piel se erizaba ante la energía que sostenía aquellas cuatro paredes, como latía la emoción al dejar una rosa, como tuvimos la sensación de que el espíritu de Dante nos acompañó durante toda la jornada...
Admiro a Dante... Por supuesto que admiro al Dante escritor, al hombre que plasmó en papel una de las grandes obras de la literatura universal, al Dante padre de la literatura moderna y de la lengua italiana, al Dante simbólico y alegórico, al hombre que creó una nueva forma de decir las cosas. Pero, sobre todo, admiro al Dante hombre...al que fue güelfo blanco en tiempo de güelfos negros, al que defendió Florencia a capa y espada, cuando todo parecía indefendible, al hombre que no recuperó la luz en la mirada al alejarse de todo cuanto amó, al hombre que se enamoró "a colpo di fulmine" de Beatrice Portinari cuando se cruzó con ella por primera vez, con el Arno como telón de fondo (no en vano dicen que un 87% de los italianos se han enamorado a primera vista ;-) )... Al hombre que dedicó su vida y su obra a una mujer a la que jamás conoció de verdad... A aquel que creyó, como tantos otros, que hay historias que merecen ser contadas, y decidió amar por el mero placer de amar, con entrega absoluta y sin esperar recibir nada... ¿Puede el amor obrar este tipo de milagros? El amor, como los sueños, pone lo imposible en la palma de tu mano...


Gracias, Sergio, por el premio. Ha sido un regalazo de Reyes!