domingo, 21 de septiembre de 2008

Ritorno dall'isola blu...



"Sempre camminerò per queste spiagge
tra la sabbia e la schiuma dell'onda
l'alta marea cancellerà l'impronta
e al vento svanirà la schiuma.

Ma sempre spiaggia e mare rimarranno"

K. Gibran




Acabo de regresar…al menos físicamente porque creo que parte de mi, de mi alma, espíritu o esa condición inmortal que todos tenemos, aún camina por Sardegna…Camina bajando despacio la escalera del Cabirol, paso a paso hacia la Grota de Nettuno, dejándose asombrar por los juegos del mar y el acantilado, dejándose mecer en la serenidad de Capo Caccia. Camina por la muralla de Alghero, descubriendo el silencio que siempre precede a la tormenta. La tormenta que te espera al doblar una esquina y hace que descubras la diferencia entre el miedo y el temor…
Tengo un montón de fotografías en la memoria y, sin embargo, no sabría como describirlas. Porque mi viaje por el norte de la isla es Santa Teresa de Gallura, con Capo Testa y Córcega adivinándose entre la niebla y el mistral. Es la sensación de sentirte pequeña entre gigantes de roca, viento y mar. Es el descanso en la Marmorata, entre olas azules y sueños de color verde. Es un paseo por un cuento de hadas a caballo entre Porto Cervo, Liscia di Vacca o Baia Sardinia, un cuento donde no hay princesas, sino una aprendiz de hechicera conquistada por un príncipe verde de una pequeña corte toscana. Un cuento donde la luna es de color rojo, las naranjas dan zumo de ese mismo color, el pan se llama Carasau, aún hay dinosaurios ,las iglesias son de papel y es inevitable adelantar en línea continua. Un cuento para adivinar la intensidad de los azules, turquesas y esmeraldas de Rena Bianca, Liscia Ruja o Spiaggia del Principe, dejarte sorprender por la primera visión de Castelsardo desde la carretera, bañarse en la Pelossa o jugar a ser exploradores hambrientos de azul en la Maddalena…



Mi viaje es también las risas compartidas, el “por qué no iríamos a Praga”, la sobredosis de cozze de todo tipo y condición… Pero también el temor de soltar la mano y dejar caer un sueño, de Olbia al Geovillage, mientras sólo la luna llena te guía y suenan en el coche Miguel Bosé y Laura Paussini Es las lágrimas que acuden a la llamada de la melancolía, de las cosas que comienzan a acabarse al empezar. El temor a lo que quizás nunca suceda. Mi viaje es verde, como todos, como siempre, pero también muy, muy azul…
Feliz cumpleaños, Isolda, un placer compartir un año más aventuras, sueños e historias increíbles:-)
Tenías razón, W., la Pelossa, de lo mejor del viaje...

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Me ne vado...


Mañana toca madrugón. Desayuno en el aeropuerto y llegada a Madrid a eso del mediodía. Luego vendrá la espera, el bocata (de jamón) y el vuelo que me llevará a Alghero. Una luna casi llena nos esperará, para cogernos de la mano y enseñarnos los rincones mágicos que guarda la isla...

Me voy, y de nuevo y al mismo tiempo, tengo la sensación de regresar a casa. La verdad es que nunca he tenido demasiado claro a dónde pertenezco. Siempre he tenido sensación de temporalidad en los lugares en los que he estado. Bueno, menos en uno...Sólo hay un lugar en el que querría vivir para siempre...Pero ahora no tengo tiempo para la melancolía, sólo para revisar de nuevo mi maleta, hacer una llamada y apretar bien fuerte un sueño contra el pecho... No creo que consiga dormir demasiado esta noche...

lunes, 8 de septiembre de 2008

Que Campanilla te guarde...


A Gov...


Esta noche, hace un momento, has vuelto a sorprenderme por la espalda. Como siempre, cuando estoy sentada frente al ordenador o tumbada encima de la cama con la mente perdida en quién sabe qué utopías, apareces de repente detrás de mí, me das un beso suave en la mejilla y vuelves a deslizarte por la ventana...

Me siento una suerte de Wendy atada a los pies de Peter Pan, volando rumbo a esa luna mágica que nos da y nos quita la vida al mismo tiempo, cada segundo, cada instante de esos que no entiendo ya sin tu mirada... Y aquí me tienes, detenida en un tiempo que no entiende de relojes, en un ahora y siempre que comenzó cuando aún no era quien de entender el significado de las cosas, poniendo toda la fuerza de mi corazón al servicio de un destino que no alcanzo a vislumbrar todavía. Resistiendo los envites de cada ola de soledad, de nostalgia, de noches en las que el único que encuentra hueco es el silencio, desterrando al miedo, que quiere ocupar tu lugar y compartir así mi cama...


¿Sabes? A veces se me hace difícil... Supongo que ya lo sabes, a veces me fallan las fuerzas y, como cualquier guerrero, y como tú, en ocasiones, también he tenido la tentación de tirar la toalla, dejar de caminar ese sendero de baldosas amarillas, curarme las heridas y simplemente descansar. Arrojar fuera de mi toda la melancolía que llevo en los zapatos y dejar de sentirme extranjera en mi propio faro. Pero ya no pertenezco del todo a mi mundo de lluvia, magia celta y antiguas tradiciones. Ahora soy un poco del verde de tus ojos y de las piedras que vieron nacer esta historia una fria noche de invierno... Y así quiero seguir...meciéndome en esa luna que me habla de tí hasta que llegue el sueño esta noche.




viernes, 5 de septiembre de 2008

Mi mitad más uno...



Ayer de madrugada, Isolda subió a lo más alto del faro para tirar al mar una botella que guarda un mensaje. Cree firmemente en el destino, asi que confía en que este "billete de cinco dólares" sea rescatado del vientre del Gran Azul por alguna sirena o tritón que lo lleve a donde Oissel está...












MI MITAD MÁS UNO...

"Mientras escucho canciones que me transportan a tiempos añorados, me he decidido a escribirte esta carta, carta que llevo tiempo queriendo regalarte.

Quizás aquella noche los astros se uniesen dando vida a un ser, que tenia destinado deslumbrarme con su luz o “quizás no fue coincidencia encontrarme contigo…tal vez lo hizo el destino…”
No te voy a contar ni a explicar lo que pasó…. Tu estabas allí! bailando tu energía junto con la mía .

Desde el minuto uno de atravesar la puerta que nos separaba, sentí que te había perdido, que lo seguro seria que no te volviese a ver, pero desde ese mismo minuto uno, atravesaste la puerta de mi alma y entendí que nunca dejaría que te fueses, que te diluyeses en la Luna, esa Luna a la que cada noche venero como si fuese el altar mas sagrado.

Nunca he sabido muy bien como volcar mis pensamientos en palabras, ni pretendo hacerlo ahora, simplemente contarte lo que supones para mi y sobre todo lo mucho que te echo de menos, aunque solo te TUVIESE no mucho mas que dos horas ( lo que la palabra tenerte significa de verdad )

No hay día en el que no suponga luchar contra tu ausencia aunque aparezcas frente a mi a modo de señales, cuales interpreto como guiños que me lanzas para que tu nombre siempre esté conmigo a lo que la única respuesta que tengo es que “ siento que me dueles todavía aquí … adentro” como un río desbocado anulando por un momento el realismo de cada día y dejando volar la posibilidad de “ volverte a ver… “

Y hoy estoy aquí , frente a este folio en blanco, lápiz en mano , queriendo pensar fuertemente en ti para que al menos , en un solo instante, esa chica de carcajada sonora y de nombre impronunciable que conociste en un bar, vuelva a tu mirada… y quizás esbozar una sonrisa.

En un tiempo no muy lejano, espero dejar atrás un pedazo de mi , para que la otra mitad consiga solo por una vez ¡ SER ¡ sin pensar en que los demás dirán “ locura “ ; todo por nosotros para crear la posibilidad de que celebremos nuestro encuentro entre risas, como en aquel “sueño” ¡¿ Te acuerdas?


He estado pensando mucho en el final de esta carta pero sabes …, no me atrevo a despedirme …….. TE LO CONTARE !!!!!!!!

Solo en uno

Isolda

jueves, 4 de septiembre de 2008

Descontando...


Pues si... ya es Septiembre... Después de un pseudoverano sin demasiada pena ni gloria, Septiembre llama a mi puerta. Cuento cada hora, cada minuto que pasa, y a medida que transcurre el tiempo sonrío con más fuerza. Elijo con mimo canciones que formarán parte de una "road movie" aún por comenzar, abro mi maleta nueva mil y una veces para volver a cerrarla, sueño despierta con rincones por descubrir, con anécdotas que contar. ¿Qué momentos me traeré en el bolsillo? Cada viaje te deja uno de esos momentos únicos, irrepetibles, diseñados por y para tí, ese momento por el que bien vale la pena esperar horas en un aeropuerto, confundirte de tren, perderte una noche sin luna por carreteras que no conoces...

Me pregunto que me regalará "l'isola blu"; si tendrán razón esos que cuentan que Sardegna es el mejor refugio para tratar de detener el tiempo, para reencontrarse con sensaciones lejanas, para estar un poco más cerca de averiguar el sentido de la vida, o simplemente para dejarse macer por las olas cogida de la mano de un sueño, cerrar los ojos despacio y despertarte en el regazo de la luna...