lunes, 31 de mayo de 2010

Despedidas...


No me gustan las estaciones ni los aeropuertos… Odio las despedidas…La energía del adiós se queda pegada a tu alma, te arranca parte de lo que eres…Siempre he preferido no decir adiós, fingir que no existe esa palabra, darme la vuelta y agachar la cabeza para que nadie viese mis lágrimas…


Ahora cada pequeña despedida es un poco la mía…y entonces no puedo fingir que no existen los adiós, o los hasta siempre, y no puedo esconder las lágrimas y me rompo con el conforto de un abrazo sincero…viendo a Jotsna recoger sus cosas, guardar toda su vida en cajas, no puedo evitar pensar que dentro de nada será mi vida la que espere en cajas de cartón un nuevo destino, una “nuova strada”…


La energía del adiós se ha quedado en la casa…y siento que de alguna manera ha empezado mi cuenta atrás…Todo empieza a terminarse desde el mismo instante de su comienzo…y esta aventura hace ya tiempo que comenzó…

viernes, 28 de mayo de 2010

El mar...


Me falta el mar… Mi mar, el mar agreste que golpea tanto a los acantilados como a mi propio corazón…Hace unos días nos escapamos a ver el mar…Pero ese no era mi mar…su melodía no sonaba a cornamusa, violín y arpa celta, no evocaba lubres ni noches mágicas de hogueras. Hoy me falta mi mar…


Mañana me faltará la luna llena sobre la cúpula del Duomo…me faltará tiempo para reconstruir mi propia historia…me faltarán las calles, los lugares que ahora caminan mis pies…me faltará el sinsentido de este viaje, los por qués, los sueños que se me diluyen en cada lágrima…


Será la proximidad de un año más, la amenaza azul de la luna llena, pero por momentos la melancolía vuelve a apoderarse de mi espíritu…ayer cuando caminaba e intentaba encontrar un ápice de sentido a todo esto, a por qué la vida me ha traído hasta este momento y este lugar…


Quizás para volver a ser libre. Libre y plena. Plena únicamente por mí misma. Sin nadie más dentro de mí. Sola otra vez. Rotas las cadenas que me unen a este historia y a esta ciudad. Poder de nuevo sujetarme las alas a la espalda y volar lejos de todo…de todo lo que un día me ha dado la vida. Vaciarme. Vaciarme para poder volver a llenarme un día. Quizás de otras calles, de otras voces, de otras fronteras…


Me faltará. Mi mancherai…