miércoles, 31 de octubre de 2007

Capaz por amor...

"Cuando Corinne lo vio por primera vez, en diciembre de 1986, Lketinga sólo llevaba un paño que le cubría las caderas. Sus largos cabellos iban recogidos en finas trenzas y el rostro estaba cubierto de signos pintados. Ese hombre, hermoso y digno como un dios, pronto se esfumó entre el gentío en los alrededores de Mombasa, pero la joven mujer intuyó que aquellas vacaciones en Kenia iban a ser algo más que un simple recorrido turístico.."



Corinne Hofmann "La Masai blanca"


Ultimamente han llegado al faro un par de libros que os recomiendo encarecidamente: son "Mira si yo te querré" de Luis Landero y "La Masai blanca" de Corinne Hofmann, del que he extraído la cita que encabeza este post. Los dos comparten un tema: lo que una mujer es capaz de hacer por amor. En el primero una catalana parte al desierto en busca de su primer amor. En el segundo una mujer abandona su cómoda vida anterior en Suiza, contrae enfermedades y sufre por enamorarse sin remedio y a primera vista de un Masai.





Asi que, siguiendo una vieja costumbre, me he puesto a reflexionar sobre este tema y la conclusión ha sido realmente positiva. Positiva porque creo que todavía existen personas así: soñadores que abandonan todo para ir en busca de aquello que anhelan. Gente normal y corriente, con sus trabajos y vidas normales y corrientes que tuvieron la gran suerte de encontrar en su camino a un ser mágico que les cambió la existencia. Un ser especial que les llevó a hacer todo aquello que quizás nunca imaginaron. Tengo suerte de conocer a alguna que otra persona así: hadas, duendes, avatares y demás seres mágicos comparten esa cualidad: ser capaces. Y yo... ¿qué he sido, que soy y seré capaz de hacer por amor? Quizás el viejo Tiempo se acerque una tarde de estas al faro para responder a mi pregunta...

Por cierto...buen Samhain desde esta atalaya...

lunes, 29 de octubre de 2007

Un nuevo habitante...



Os presento a un nuevo habitante del faro: Dante. Una suerte de duendecillo que ha llegado para hacer más llevaderas las noches de invierno, ahora que el noroeste se ha vuelto más que agreste y que el mar golpea con fuerza los acantilados de un corazón no demasiado acostumbrado aún a la soledad...

domingo, 7 de octubre de 2007

¿Adaptarse a la mediocridad?


"Muchas personas quieren hacernos creer que nuestra vida no difiere mucho de la de los ratones de laboratorio. El agua y la comida se reponen cada día, podemos olfatear a nuestros semejantes en las jaulas vecinas, se nos enciende y apaga la luz regularmente, hay calefacción, y, por lo tanto, debemos contentarnos porque seguro que hay otros ratones que viven arriesgándose más y con menos comodidades que nosotros.

En un mundo en el que los únicos sueños permitidos son los que se pueden comprar, la felicidad se ha convertido sólo en un tributo de la posesión. La realización de si mismo, que es ( o debería ser) el camino de toda vida, a estas alturas reside perversamente sólo en la resignación y el desaliento. Me realizo adecuándome, haciendo los mismos gestos que los demás sin hacerme nunca preguntas. Me realizo no realizándome, porque la sociedad no me concede otra cosa, porque tengo sólo dos piernas cortas, y no me despuntan alas por ninguna parte. ¿Pero de verdad es así o se trata de una excusa, una forma de pereza mental?

Por mucho que nos esforcemos en vivir en recipientes al vacio, el misterio resplandece a nuestro alrededor y nos sugiere el camino que tenemos que seguir. No existe la mediocridad, lo gris. Sólo existe nuestro miedo. Miedo de crecer. Miedo de abrirse a las emociones. Miedo de descubrir que no hay ninguna jaula alrededor, sino sólo libertad, aire. Y si levantamos apenas la mirada, el espacio infinito del cielo"


Susanna Tamaro "Más fuego, más viento"