viernes, 18 de febrero de 2011

Lo que yo decida ser...


"Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar,

indefectiblemente te encontrarás a tí mismo,

y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz

o la más amarga de tus horas"


Pablo Neruda


Hace un tiempo llegó a mis manos un pequeño libro con una enorme mariposa en la portada. Se trata de "El laberinto de la felicidad" de Alex Rovira y Francesc Miralles. Para mí no ha sido un libro de esos que han marcado una época, pero es cierto que si te llega en el momento adecuado puedes extraer unas cuantas enseñanzas, o mejor dicho, recordatorios de él.

Cuenta la historia de Ariadna, una mujer de 33 años (un número mágico, eh?) que en un determinado momento de su vida se encuentra totalmente perdida. Este cuento surrealista, onírico, nos va mostrando como la protagonista se va encontrando poco a poco a sí misma a través de frases lapidarias, de esas que tanto me gustan, y como se da cuenta, al final de la historia, de que aquello tan malo que le había pasado era lo mejor que le podría haber sucedido nunca, porque quien no ha estado perdido un día, jamás puede encontrarse.

Os dejo algunas frases de las que más me han llegado, con algún que otro comentario de mi cosecha:


"Suele suceder que, aunque no te lo esperes ni te lo propongas, los senderos acaban llevando a alguna parte" (y si no, que importa...lo mejor está por el camino)


"Eso es lo bueno del amor. Da igual donde lo des, porque te será devuelto en todas partes"( me suena esta idea...precepto wiccano: todo lo que haces vuelve a ti multiplicado por tres)


"La mayoría de los obstáculos que nos encontramos en nuestro camino a la felicidad son imaginarios. Los creamos nosotros, es decir, son nuestros miedos." (y los pocos reales que hay, nos suelen impulsar hacia adelante)


"Por muy pequeña que sea tu ventana el cielo sigue siendo igual de grande" (prefiero cambiar "grande" por azul, es una cuestión personal)


"¿ Un perro ciego? No te preocupes. Sabe oler los caminos que tienen corazón. Sabe ver lo esencial.Precisamente por eso es feliz y puede guiar a los demás" (me encantaría encontrarme, o mejor aún, ser, un perro ciego;-)


"El miedo es el medio de encontrar lo que necesitas, porque te permite conocer lo que andas buscando" (siempre hay un sueño debajo de la manta del miedo)


Y para terminar, la que para mí es la mejor de todas:


"Tú eres tu propio camino. Si te eres fiel, allí donde éstes te encontrarás siempre"

domingo, 13 de febrero de 2011

"Don't Wait"

Acabo de intentarlo. Por primera vez desde hace mucho, mucho tiempo he intentado volver a “Cuando llegue la hora” y ¡¡¡tachan!!! He conseguido leer casi un capítulo entero antes de empezar a llorar, ¡que record!


Vale que hoy estoy extrañamente sensible, será cosa de la lluvia, o del viento que hace que el mar rompa de nuevo con fuerza contra los acantilados, contra esos enormes y altísimos acantilados que he construido a la entrada del faro. Será que el pasado se me colado de nuevo por debajo de la puerta esta vez en forma de una vieja serie recuperada gracias a la magia de la red, que me recuerda muchos momentos mágicos, sueños imposibles donde todo parecía más fácil.


Pero me quedo con lo positivo: he abierto la carpeta, y he leído casi todo el 37, el de la habitación azul, y el extraño sueño de la mujer que le pide a la protagonista que tenga el valor de gritar lo que quiere. Ese donde desaparecen las ganas de llorar y el agujero en el centro del pecho. Ese donde alguien quiere confesar que algún día deseó ser un pez, para no tener memoria, para ser capaz de olvidar…

Si en aquella habitación azul sonara alguna canción, quizás fuera esta joyita de Dashboard Confessional, o no, quien sabe...pero hoy suena en la mía.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Go deo...


Me perdí en un sueño,
divagué entre instantes de color verde y plata,
me extravié por senderos demasiado angostos
que hoy me devuelven menos sabia.


Cometí errores en nombre de un amor errado
perdiendo la elocuencia, la voz de la premonición
los dones que me fueron arrebatados
huí de la Isla en busca de un inexistente sol.


Me perdí a mi misma en la niebla
en esa que un día yo también pude levantar,
fui todo aquello que no era, y ahora,
en qué puerto puedo recalar.


Se borró casi la media luna de mi frente
pocos me pueden ahora reconocer
pero regreso en una barca de madera de roble
más humilde y gritando la misma fe.


Acógeme de nuevo entre tus brazos
perdona los errores que haya podido cometer,
renovaré votos y promesas una a una,
aparta de mis ojos el velo que no me dejaba ver.


Devuélveme a aquella que fui un día
devuélveme la elocuencia, el don de la premonición
que el fuego dibuje de nuevo la luna azul en mi frente
que el viento vuelva a cantarme canciones de amor.


Que pueda de nuevo leer en el agua
augurios que hablen de un tiempo mejor,
que de nuevo me sienta bendecida por la tierra
una nueva vida, una nueva canción.


Que la luna guarde esta noche aquel sueño
y lo esconda bien escondido en un cajón
quiero volver a ser antes de todo, antes de ser,
esta noche cruzo el lago, regreso a Avalon.


Buen Imbolc, Beannacht oraibh.