lunes, 12 de marzo de 2007

Ocupando el faro...

Tengo la sensación de que camino siempre con la maleta en la mano, de que no echo raíces en ningún lado. La mayoría del tiempo me siento extranjera, y hay veces, pocas, que me siento algo así como en el exilio, o parte de un pais aún sin descubrir o por inventar...
Por eso he decidido ocupar un viejo faro en estas agrestes tierras del noroeste. La verdad es que no estoy sola. Vivo rodeada de un puñado de hadas que me hacen la vida más fácil y de algún que otro duende que viene a revolver las alacenas del alma cuando el sueño no llega, pero aún así, es como si nunca estuviera en el lugar en el que debiera. Es una sensación rara: a veces es como una lluvia fina, que no molesta enn exceso pero te moja y acabas empapada cuando te das cuenta. Otras es como una gran ola que rompe contra el espigón de cemento que te has construído a la entrada del corazón, y causa un estruendo tal que todo parece desmoronarse.
No se áún donde está mi verdadero hogar pero lo encontraré algún día...Mientras seguiré encendiendo cada noche el faro, porque siempre hay una sirena o un tritón perdido que necesita un poco de luz, además la luz hace que las tinieblas de mi propio corazón no resulten tan terribles. Seguiré escondiéndome en la cama cuando llegue la soledad, dándole la espalda al miedo y entendiendo, poco a poco, que los fantasmas sólo dejan de existir cuando dejs de creer en ellos...
*Mae.

1 comentario:

Anónimo dijo...

soy el hada del agua para felicitarte por tu aventura de vivir en un faro. tendras noticias mias con las mareas....