martes, 20 de marzo de 2007

L'ultimo a morire...


Me dijiste "pide un deseo"... no supe que contestar...Sólo ahora, que he vuelto al faro, sólo ahora que el nordés amenaza con echar abajo el muro que me he construído a la entrada del alma, soy capaz de responderte, aunque con el ruido del mar seguro que no puedes escucharme donde tú estás.


Quiero, deseo, que ocurra un milagro.


Hace algún tiempo descubrí que los milagros existen, que suceden cuando menos te lo esperas, y esta noche la luna, que se ha convertido en mi confidente, me habla en un extraño lenguaje de la necesidad de escuchar la voz de mi propio corazón.


Y mi corazón me habla de extraños milagros que, en ocasiones, suceden...


Lo recordaré siempre...estaba en Venezia, apoyada en la barandilla del vaporetto número 1 que va de la estación de Santa Lucia a Lido. Era una tarde de otoño, hacía frio y yo tenía el alma helada y los ojos llenos de lluvia...Me invadía una sensación de pérdida que nunca antes había sentido... Quería dar marcha atrás al reloj, pedir a cualquier dios que el tiempo pudiera retroceder y me llevara de nuevo a aquella noche mágica...

Reconozco que, en un momento, lo dí todo por perdido...

Un hombre hablaba por el teléfono móvil justo detrás de mí...

Dijo: "La speranza è l'ultimo a morire"


Esta noche, el milagro se llama esperanza...

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