domingo, 29 de abril de 2007

Demasiado pronto...


No quiero levantarme de la cama… Levantarme sería algo así como aceptar. Aceptar que estoy de nuevo aquí, que todo ha terminado y que es mi día a día el que me espera al abrir la persiana. Prefiero permanecer quieta, no mover ni un músculo entre las sábanas revueltas por una noche en la que el sueño también me dejó sola. Prefiero cerrar los ojos, esconderme entre una canción y diluirme entre las fotografías que sostengo en la mirada. Quizás alguna lágrima valiente se deslice por mi rostro…Tantas cosas, tantos instantes…Tharsis dijo una vez que las emociones nos hacen sentirnos vivos, tan vivos que a veces duelen…Pues si, hoy están doliendo… Más que eso, creo que soy yo la que estoy doliendo. Me deshago entre las palabras, entre los silencios cómplices, como el azúcar en ese capuccino que recordaré siempre. Me desdibujo entre las líneas que he escrito, esta vez no sobre la arena, sino sobre cada uno de los segundos que me sobrevolaron, allí, cuando todo era eterno y parecía no acabarse nunca. Y cada momento dejaba paso a otro mejor, y cada gesto a uno con más sentido. Y ahora mi imagen pierde fuerza en el espejo de las horas y se va convirtiendo, poco a poco, en algo así como su sombra, como la sombra plateada y sepia de una luna que no era, pero que fue un día. Tengo miedo a volver a caminar sola. Tengo miedo a desaparecer en el agujero que se ha formado en el centro de mi pecho. Tengo miedo a no ver a nadie cogido de mi mano cuando mire a mi izquierda. Todo es demasiado rápido…. Todo sucede tan vertiginosamente que apenas hay tiempo para traerlo a tu vida. Todo comienza a acabarse en cuanto empieza. Y, ahora, sin saber muy bien que hago aquí, se va apagando la luz de mis ojos por efecto de esas lágrimas racionalmente imposibles que aún hoy no consigo entender. Y lo único que quiero es desaparecer, diluirme en el espacio y en el tiempo y abandonar el faro para vivir para siempre en los momentos dorados que se me regalaron. Demasiado grande, demasiada luz, demasiado brillo para saber todavía, porque la luz ciega y el sol hace que tengas que mirar a otro lado para no deslumbrarte. Demasiado pronto para saber, para desgranar momentos, palabras, miradas, gestos, esperanzas, sueños… Demasiado pronto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola de nuevo!cuanto tiempo no?ya sabes que nunca se que escribir, simplemente ¡ESTAMOS JUNTAS EN ESTO!
lo unico que quiero que recuerdes, es lo que sentiste una noche sentada en una acera , en tu acera!!!!!!
quien busca acaba encontrando!!!!

besos - ISOLDA

Mae dijo...

Gracias a tus palabras he sido capaz de empezar a soltarme de su mano... Gracias...