domingo, 15 de abril de 2007

Ssssshhhh....

Sssshhhh...No despertemos al miedo que duerme en el cajón del escritorio. Esta noche se ha hecho un hueco ahí. Yo me he negado a dejarle entrar en mi cama y en mi corazón. Seamos silenciosos...tenemos que tener cuidado de no encender la luz, porque el miedo siempre se despierta cuando la luz es intensa. Cuidado con tropezar. En este faro hay siempre algún zapato de colores por el suelo o alguna baldosa amarilla un poco suelta. Tenemos que llegar hasta la ventana y abrirla con mucho cuidado. Ahora, en completo silencio, desplegaremos la escalera de cuerda que llevo en el bolsillo. Listo. Sujetémosla con fuerza a cada uno de nuestros sueños y ahora... toca empezar a subir: hasta la primera estrella, hasta la segunda estrella, hasta la novena estrella... y así hasta llegar a la luna...
Sentada en su regazo miro al faro, a mi cuarto, y me doy cuenta de que el miedo se ha despertado. Bosteza, y todavía cegado por la luz que se cuela por la ventana, se ha dado un buen golpe contra la caja mágica en la que guardo los momentos dorados. Desde aquí arriba, desde el regazo de la luna, se ve al miedo, bien, bien pequeñito. Sonrío. Es tan pequeño y tan torpe que no puede asustarme...


Se me olvidaba... Dejo una canción suave para que el miedo vuelva a adormecerse, ahora más que nunca no quiero que se despierte... Una canción que nos ha sorprendido a Isolda y a mi esta tarde, mientras intentabamos escudriñar en el mar alguna señal para los pasos que nos aguardan...

YouTube - La Musicalité Adiós

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