lunes, 14 de julio de 2008

Del tiempo y la luna...

"Me hicieron, por la guerra y por la paz, tantos reproches...Pero todo llegó a su hora...
Todo llega cuando tiene que llegar para quien sabe esperar..."
Leon Tolstoi "Guerra y Paz"


El tiempo es la gran mentira del ser humano. Nos han engañado desde siempre, desde que a alguien se le ocurrió eso de que cada hora tiene sesenta minutos y cada minuto sesenta segundos. Hoy, Mae, perseguidora de unicornios azules, soñadora compulsiva y utópica crónica, se atreve a decir que no todas las horas tienen la misma duración. Hay momentos que se hacen eternos e instantes fugaces, que pasan demasiado rápido. Es imposible que le tiempo se mida en una unidad "supra-personal". El tiempo es más bien un concepto subjetivo, que mides desde dentro de tí, y así, hay horas no demasiado buenas que no terminan jamás y momentos dorados que se te escapan de entre los dedos. De ahí la necesidad de estar presente, de ser consciente de cada segundo, de no retener y dejarse fluir...


Tan personal es el concepto del tiempo que, mientras W. quiere detenerlo, parar los segundos en ese lugar mágico como si fueran fotogramas de una película, yo quiero hacerlo avanzar a cámara rápida para que empiecen a tacharse dias en el calendario y lleguen a mi vida fechas de esas escritas en rojo, efemérides por las que ya siento nostalgia, momentos que he ido retrasando demasiado...


¿Se puede tener nostalgia del futuro?

Mientras lo pienso, me descuelgo por la ventana del salón... a mi izquierda, él, el gran azul, como siempre, parte de mi y de lo que soy. Y, allá, en lo alto, ella, la luna, extraña confidente y cómplice de esta aprendiz de hechicera. Es increíble pensar que él, a cientos de kilómetros, está viéndola del mismo modo que yo. Quizás se ha descolgado también de la ventana mientras se fuma el último cigarrillo antes de ir a dormir, y allí está también ella, hablándole en ese extraño lenguaje que sólo algunos pueden entender... Puedo utilizarla como mensajera, pedirle que le lleve alguna de mis palabras y se las deje, suavemente, al oído, mientras empiece a dormirse...
Quizás la distancia sea también un concepto subjetivo...


Suena "Semplicemente" de Zero Assoluto; Buona notte e sogni 'oro

1 comentario:

Anónimo dijo...

nostalgia del futuro?pues no te se,ahora lo que si te puedo decir es que tengo nostalgia de una ciudad en la que el tiempo se detiene o se adelanta a merced de tus propios sentimientos,cuanto mas necesitas de su precencia mas se hace de rogar,cuanto mas quieres que no te acompañe en tus travesias,es ese compañero fiel.
algunos lo llamarian ley de murphy,yo lo llamo tocapelotas.

a seguir bien

isolda